
«Nuestros padres son amigos desde que somos pequeños. Coincidíamos en comuniones y demás reuniones de amigos, pero no empezamos juntos hasta que cumplí dieciséis años y Carlos veintitrés», comenta Amalia.
«Carlos ideó una petición de matrimonio muy especia en el Hotel Ópera, el día 8 de agosto de 2013, cuando llevábamos 8 años juntos».
«Elegí un vestido de Pronovias con escote de pico, hecho de tul con encaje, guipur y pedrería de estilo sirena».
«Cuerpo con pronunciado escote en pico acabado en pedrería. Falda de tul con volante de encaje y gran escote en la espalda decorado con pedrería».
«Completé el vestido con unos pendientes y una tiara también de Pronovias. El anillo de pedida fue comprado en la joyería Rabat en Madrid; una sortija de oro blanco tresillo con tres diamantes talla princesa de 0.34 qts y 14 diamantes talla brillante de 0.27 qts color GH-VS».
«La historia de la sortija es muy divertida, pues nos la robaron en el mes de octubre, 8 meses antes de la boda. A la boda llevé una sortija con un valor sentimental aún más elevado, pues era con a que se prometieron los abuelos paternos de Carlos. No hay mal que por bien no venga».
«Los zapatos de la firma Pedro Miralles, en color plata con piedras incrustadas, talón descalzo».
«Quique estilistas, mi peluquero de toda la vida que se encuentra en Ourense. El trabajo se llevó a cabo entre los dos, pues buscaba una imagen natural, no quería sentirme disfrazada en mi gran día».
«Para el pelo, opté por un recogido informal durante la ceremonia civil; después deje el pelo suelto. El maquillaje era natural con colores tierra y dorados».
«Todos los detalles florales se encargaron el la floristería Galo de Vigo. Tanto los centros de mesa, adornos de las sillas y del altar, así como el ramo eran de estilo campestre, con mezcla de múltiples y diferentes especies florales, que aportaron a la ceremonia amplias gamas de diferentes colores».
«Celebramos la ceremonia civil, en el Pazo da Touza, con el posterior banquete en este espectacular enclave».
«Mi ramo lo cogió al vuelo Estefani la hija de una gran amiga de la familia».
«Es imposible pensar en unos pocos momentos, pues todos son especiales y los recuerdo con gran cariño, emoción y ternura».
«Quizás el más emotivo es cuando salgo al altar, todo el mundo está sentado esperando la llegada de la novia, en ese momento era el centro de atención, casi daba miedo, mucha vergüenza, pero también inquietud, nervios…»
«Es un sentimiento indescriptible, pues pasas mucho tiempo planificando la boda, escogiendo el vestido, peinado, maquillaje… y de pronto!! Ahí estás!! Caminando frente a todos hacia la persona que más quieres. Es sobrecogedor, por tu cuerpo pasan tantas sensaciones distintas… te tiemblan las piernas, el pulso se acelera. Caminaba hacia Carlos , escuchando esa maravillosa canción de enya, pensando solo en no caerme o tropezar con el vestido, pero de pronto un ensordecedor aplauso conjunto hizo que me rompiera a llorar de tanta emoción y ya no pude parar de hacerlo hasta que acabó la ceremonia civil».
«Las lecturas durante la ceremonia de mi hermana, de mi cuñado y de nuestro amigo Fernando, también fueron momentos impresionantes, el lanzamiento del ramo, la entrada en el cóctel , en el comedor…y muchísimos otros».
«Las invitaciones las diseñamos y empaquetamos nosotros mismos. Las minutas y meseros los realizaron el personal del Pazo».
«Las fotografías que realizó Luisma Reyes son impresionantes, alcanzaron y sobrepasaron todas mis expectativas, podría describirlas como espontaneas, naturales, sorprendentes».
«Luisma supo captar cada detalle, cada mirada, cada sonrisa, no se perdió ninguna expresión. Nosotros no buscábamos las típicas fotos de posado, escapábamos de lo habitual y Luisma supo darnos justo lo que pedíamos».
«Cada vez que las veo no puedo dejar de emocionarme, el vello se me pone aún de punta, pues cada una de ellas describen la emoción que sentí en cada momento».
«Son una ilustración perfecta de lo que estábamos viviendo. Es el mejor recuerdo que nos queda de ese gran día. Aunque los años pasen, con ellas podemos revivir de nuevo toda la historia».